"el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos tienen desviaciones en su ser como hombres"
(declaración de Evo Morales, Presidente de Bolivia, durante la I Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra, 21/04/2010. Fuente: El País - Foto: POLLO Y GALLINA CRIOLLOS).
Al margen de ser una afirmación bochornosa que insulta la inteligencia de cualquiera, e indigna en todo un Jefe de Estado, de un personaje que se supone representa al pueblo Boliviano en este caso, no deja de resultar llamativo el curioso concepto que este individuo tiene sobre la homosexualidad... una desviación en su ser como hombre, producto de la ingesta de hormonas femeninas de pollos manipulados...
Una afirmación de 28 de diciembre, que como toda broma planificada, maldita la gracia que tiene. Una afirmación, en fin, que provocó hasta la propia sonrisa del dicente, si bien me temo que más que reirse del "digo", lo hacía del "Diego", y su risita nerviosa tenía más que ver con el sonrojo, la vergüenza que sentía por hablar de homosexuales (maricas, sarasas, bujarras, urracas, sodomitas, cacorros, raros, mariposas, desviados, locas, jotos...) en público, que con la soberana estupidez que sin duda sabía que acababa de soltar.
Quizá tanto conocimiento de los pollos de corral y hortalizas autóctonas de su región, no le hayan permitido documentarse mejor sobre lo que es la homosexualidad o saber un poquito más de nuestra historia, ni tan siquiera el tiempo mínimo para aplicar la lógica más inmediata, aquella que nos dice que pocos pollos asados transgénicos con patatas peladas holandesas comieron Sócrates, Alejandro Magno, Leonardo da Vinci, Oscar Wilde, García Lorca o Chaikovski, por no abundar mucho, y sin embargo bien desviados en su ser de hombres que fueron... y ya ni entremos en cómo aplicar su teoría para las mujeres, qué quizá muy bien podría empezar con algo así... el lesbianismo tiene su origen en la ingesta de "pollas" -con perdón-, infladas -con perdón nuevamente- de testosterona.
Hombre, no todo lo tiene Ud. perdido, Sr. Morales, y ya que su "dilatado" conocimiento de la homosexualidad nos orienta sobre su fuente de conocimientos, quizá pueda Ud. seguir en lo de mantenella y no enmendalla y recurrir a los primeros padres de la Iglesia para avalar su teoría, pues lo mismo que según éstos el cristianismo no plagió de las otras religiones sus ritos y doctrina, qué va, que sería el Diablo quien, miles de años antes de nacer Cristo, divulgó entre los paganos los ritos cristianos para que éstos los "copiaran" y parecieran suyos, qué mejor demonio que el yankee para hacer lo propio... y asi, podríamos decir que ha sido Bush, en su papel estelar de Emmett Brown, el que mandó al pasado en un americanísimo DeLorean a Michael J. Fox al mando de unos cuantos granjeros tejanos con sus pollos (y pollas) transgénicos, para "desviar" a tantos y de entre ellos a tan ilustres... ¿Ve Ud. como todo tiene arreglo?
Aunque su arreglo no disimule la profunda ignorancia que todo un Jefe de Estado tiene sobre una cuestión tan delicada y que afecta a tantas personas, y que solo nos deja que ya por vergüenza ajena, por no volver a poner en ridículo a los bolivianos y bolivianas, haga Ud. el favor de documentarse y estudiar un poquito el tema y retractarse, o mejor aún, como seguramente es un asunto que ni le va ni le viene, cállese Ud. para otra y se me centra en el cambio climático asi, sin más.
Que sepa Ud., mi querido Presidente, que la homosexualidad ni es producto del diablo, ni del pollo... ni de la polla del diablo, claro, ni mucho menos se hereda, ni se contagia ni se pega, es una orientación afectiva como la heterosexual, ni más, ni menos.
Sepa también, mi ignorante amigo, que un homosexual ni se siente mujer ni aspira serlo, un hombre homosexual es simplemente una persona que se siente atraída por aquellos de su mismo sexo. Sólo desde la teoría machista, que ve en la mujer a un ser inferior, débil, supeditado al hombre, y al "desviado" alguien que se comporta como una mujer, puede creerse al homosexual como un renegado y para peor, un traidor venido a menos... y así ¿qué peor a una mujer, que un hombre que quiera serlo?
Y qué decir, por último, sobre el favor que ha hecho Ud. a la Iglesia, excelentísimo Sr. mio, que después de siglos condenando la homosexualidad con la muerte y la hoguera, después de décadas de pagar a médicos y científicos para encontrarla una enfermedad primero y luego un trastorno mental, después de tener que volver a considerarla pecado porque no han podido demostrar nada, absolutamente nada que confirme que sea una desviación, ni algo antinatural, ni enfermedad ni memeces semejantes, después de todo esto, va Ud., mi querido Presidente, y les da una nueva pista, qué digo, LA PISTA... ¡¡el secreto está en los pollos, y la cura en los "criollos"!! me parece oír jadear con pancartas a evomoralistas y sacerdotes ante el edificio de la OMS.
Supongo que no tardará en recibirle el staff Vaticano para agredecerle tamaña aportación, sobre todo ahora que se ven sumamente agobiados con tanto atracón de "polluelos" por vaya Ud. a saber cuantos de sus ministros.
Belenos
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