A tenor de todo lo dicho anteriormente, no puedo detraerme de aprovechar esta euforia poco o nada contenida con la que los fundamentalistas cristianos enfrentan y planifican su futuro cercano, para valorar otra de las noticias que nos confirma que el plan, su programa, efectivamente ya está en marcha.
Me refiero al artículo publicado por el Semanario Católico de Información “Alfa y Omega” que se entrega como suplemento del diario ABC y que se hace eco de las conclusiones y propuestas presentadas la semana pasada en el Foro Cristianismo y Sociedad. El artículo en cuestión se titula “La política antifamiliar en España <> “ (nº. 743 - 23 de junio de 2011 - Madrid. Pág. 27. Alfa y Omega).
La verdad que este artículo no tiene desperdicio, vamos que es posible criticar duramente cualquiera de sus párrafos sin miedo a parecer exagerado, así que voy a tratar de puntualizarlo in extenso, pues no quisiera que se me escapara ni una tilde de un texto tan escandalosamente esclarecedor como éste. Y nada mejor para empezar que hacerlo por el principio, por su primera afirmación.
Empieza diciendo el artículo… “A pesar de que la herencia que dejarán estos últimos 7 años de Gobierno será la de una «agresividad brutal» en contra de la familia, de la vida y del matrimonio, «la situación en España es reversible, aunque costará»”.
Vamos a obviar que supongan de este Gobierno que haya actuado con una agresividad “brutal” hacia la vida, puesto que como anti-abortistas y deterministas es lógico que opinen así, ya que todo lo que suene a aborto lo identifican con asesinato y la nueva Ley de “muerte digna“ tampoco se escapa de esta acusación, pues entienden que está en manos de su Dios decidir cuando ha de morir alguien y lo que deba sufrir hasta que se produzca el fatal desenlace; incluso contra la familia, por acelerar el proceso de divorcio y por lo tanto supongan con ello un refuerzo y esfuerzo innecesario y gratuito a favor de la desestructuración familiar.
Aunque sobre esto último siempre nos quedaría saber qué entienden ellos por familia, si lo es una pareja que ya no se ame obligada a vivir hasta la muerte juntos, o una pareja en la que aunque se maltrate está condenada a sufrir hasta el final. Pero dicho esto, decir que la herencia de este Gobierno sea un ataque salvaje al matrimonio sí que no me casa, salvo, como entiendo, se refieran por “agresión” al matrimonio, haber aprobado la modificación del Código Civil para permitir casarse a parejas homoparentales (homosexuales), lo que evidentemente me alarma y preocupa, porque ¿en qué ha perjudicado al matrimonio, vamos a decir que al heterosexual y cristiano, que las parejas homosexuales se casen?
Salvo que tengan noticias que se nos hayan ocultado al común de los mortales, que eso de tener línea directa con -su- Dios alguna ventaja creen que les dará, y sepan de casos en los que el “lobbie gay” haya atacado, perseguido, coaccionado, amenazado y/o agredido a parejas heterosexuales que hayan contraído nupcias o evitado por tales actos que lo hicieran, no creo, pienso yo, que el hecho de que dos personas se casen por lo Civil les haya perjudicado lo más mínimo. Vamo, por el momento no he tenido la ocasión de presenciar ninguna persecución a unos recién casados o saber de algún atentado o boicot en ningún salón de banquetes por ser heterosexuales los contrayentes.
Hasta ahora en nuestro sufrido país hay ya más de 20.000 matrimonios homoparentales, muchos de ellos con hij@s ¿sabían este dato los fieles católicos? Pues ya lo saben, esta modificación de la Ley ha acrecentado en más de 20.000 el número de familias estables ¿Y no será, me pregunto, que ellos, los fundamentalistas cristianos, los del programa homófobo del PP, entiendan como agresión la existencia de otras personas que no comulguen con sus creencias o modo de vida pero que pretendan tener, reclamar y disfrutar no obstante de iguales derechos a los suyos? ¿No estará ahí el meollo? ¿No ha sido y es una posición natural, intrínseca del integrismo, llamar agresión a la diferencia?
Un ejemplo de este modo tan peculiar que los fundamentalistas cristianos tienen de entender el término agresión, lo podemos constatar en una noticia de la -sobre todo- católica y europea Lituania, donde andan tras prohibir toda información sobre la homosexualidad en los centros educativos, precisamente porque levantar la censura ocasionaría un ”perjuicio” a los menores. Así, van más lejos y se atreven a decir que todo aquello que no sea explicar que la homosexualidad es perniciosa y producto de una enfermedad, ¡la promociona! (ELPAÍS.com).
O sea que no hablar de la homosexualidad, más allá de mentir y decir que es una enfermedad y un trastorno, que es anormal y antinatural, será una forma efectiva de evitar “inculcarla”. Es que hasta me imagino a este “ilustre” Catón lituano que ha de ser su Primer Ministro, terminando todos sus discursos con la no menos impactantehomosexualidad delenda est, a ver si a fuerza ahorcan.
Porque centrémonos, si entendiésemos por familia la célula básica de unidad parental estable que nace con el matrimonio o unión de una pareja ¿no habrá que sumar en vez de restar que se hayan establecido miles de familias más, que de ninguna otra forma se hubieran podido constituir de otro modo? ¿No será contrario a la promiscuidad y la inconstancia, la estabilidad buscada en la fidelidad de pareja? ¿En qué daña a la familia que haya más familias? Y nos repetimos ¿En que daña a la familia del vecino que yo forme la mía propia, qué derecho pierde si yo alcanzo el mismo que ellos ya poseen y van a seguir teniendo después?
No, que no nos vengan con más cuentos truculentos y sermones cargados de morbo, aquí a lo único que se perjudica es a su vanidad y a su soberbia; la vanidad de quienes creen ostentar la patente excluyente de la moralidad, y la soberbia de quienes no han aceptado haber dejado de ser dueños y señores de la voluntad, la conducta y el comportamiento del individuo.
Si la primera afirmación es un sinsentido, la segunda no puede ser otra cosa que una declaración de intenciones, cuando no una amenaza nada velada. Y ni siquiera podemos entenderlo como una bravata porque apelan a las futuribles mayorías parlamentarias que salvo extraño habrán de constituirse, para asestar el golpe definitivo, el cambio del cambio, el final de la libertad, un hecho que ya se da por seguro. A más a más esta sentencia de que «la situación en España es reversible, aunque costará», no está dicha por mindundi alguno, qué va, sino que “la conclusión en las propuestas presentadas, la semana pasada, en el Foro Cristianismo y Sociedad, por la asociación internacional Acción Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Vida y la Familia, -está- presidida por el diputado español del PP don Ángel Pintado” (Alfa y Omega. La política antifamiliar en España <> )… Avalada por iluminados con carnét, prebendas y coche oficial. Ahí queda eso.
A este respecto, apostillaría el senador popular D. Luis Peral, miembro de Acción Mundial que «estamos en un momento importante, porque ahora se quiere precisar el programa del Partido Popular de cara a las próximas elecciones generales», y las personas dedicadas a la defensa de la vida y de la familia próximas al PP «vamos a hacer todo lo posible para que haya una consideración transversal de la familia, una política de familia que afecte a todas las labores de Gobierno».,, y todos entendemos perfectamente lo que quiere decir con esto ¿verdad? En lo que al colectivo LGTB se refiere es bien sencillo: van a hacer lo imposible por derogar la LEY 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (me permito incluir un acceso pdf a la Ley para que nadie que aún no haya podido acceder, hable después de oído). Y por supuesto que también van a luchar por tratar de impedir que las parejas primero y luego las personas homosexuales a título individual después, puedan adoptar y/o tener hij@s. De ahí a tratar de ir poco a poco buscando la ilegalización va un paso. A fin de cuentas, ahora mismo ya se están planteando ilegalizar el aborto en todos sus supuestos e incluso derogar también la Ley del Divorcio -a tanto llega su temeridad, aunque en este último caso diría candidez-.
No podía faltar en este evento, la actuación estelar de D. Benigno Blanco -que poca cuerda da a su nombre, todo sea dicho-, Presidente del Foro Español de la Familiay miembro de la Asociación Familia y Dignidad Humana, entidad integrada enAcción Mundial, que diría… «el balance de la última década, con una agresividad brutal del lobby gay, defendiendo el llamado matrimonio homosexual, deja una clara victoria de los que defendemos la familia: hay muchos más países que han blindado sus leyes para proteger el matrimonio como unión entre un hombre y una mujer, que los que han legalizado este tipo de uniones. Y lo mismo está pasando con la ley del aborto. Lo malo es que en España nos ha tocado la peor parte».
Aunque en este momento se me ocurren unos cuantos calificativos que decir sobre/de este Sr. -ninguno agradable- después de tales declaraciones y de otras anteriores no menos hilarantes, voy a tratar de templar la pluma -con perdón- y centrarme en éste su último comentario.
Volvemos a encontrarnos aquí con la tan cacareada “agresividad” de las personas LGTB, esta vez reconvertidas en lobbie -grupo de presión-, como si sus asociaciones, la Iglesia Católica y el PP fueran inocentes "ursulinas" que pasaban por aquí y que nada tienen que ver con la presión, la represión, la coacción, la intimidación o la fuerza, que aquí si de calificativos se trata, nadie mejor que ellos para atesorar, de todos, los peores.
Pero por fortuna este tipo de ¿argumentos? suelen ser tan pobres y poco lúcidos que son fácilmente rebatibles. Así por de pronto, reivindicar Derechos Humanos y Fundamentales de forma siempre pacífica y democrática, es un hito que éstos, los fundamentalistas cristianos, muy poco pueden jactarse de haber comandado, entre otras cosas porque pocos derechos han reivindicado ellos sino han venido precedidos por la presión social y porque, al contrario del Colectivo LGTB, ha sido precisamente contra ellos contra los que se ha tenido que luchar para lograr nuestro sistema actual de libertades, unas libertades que nos negaron durante siglos.
No estaría de más por parte del Vaticano, que en vez de lanzar campañas de apología del odio, homófobas, tuvieran la precaución y honestidad de firmar antes buena parte de los acuerdos internacionales sobre Derechos Humanos que aún no ha firmado la“Santa” Sede. O ya puestos a tirar la sacristía por el rosetón, decidirse de una vez a reconocerse contrarios a la pena de muerte. Por que sí, como han leído, la Iglesia Católica aún a día de hoy y a boca llena en cuanto a humanismo se refiere, sigue sin condenar la pena capital. Es más, hasta la justifica ¿Y hemos de aguantar de quienes actualmente defienden la pena de muerte, a que nos vengan hoy a querer seguir dando clases sobre derechos fundamentales, cuando ni siquiera son capaces de reivindicar plenamente el principal, el de la vida?
Sí es cierto que pueden lucirse en esto de formar parte de la estadística negra mayoritaria de los países que han cerrado las puertas no solo al acceso al matrimonio de parejas homosexuales, sino a su ilegalización, persecución, condena e incluso ejecución. Aunque no se yo si alinearse con Zimbabwe (sobre el 70% cristianos),Sudán del sur (practican predominantemente las creencias tradicionales indígenas y el cristianismo), Uganda (alrededor del 84% cristianos), Congo (cerca del 80% cristianos), Nigeria (importante presencia cristiana), etc., países que en estos últimos años vienen fomentando legislaciones homófobas criminales y de las que tanto se enorgullece D. Benigno Blanco, sea algo de lo que se pueda ir presumiendo por ahí, la verdad. De hecho, he echado de menos que no se pavoneara de que la Iglesia Católica haya colaborado con el Gobierno Ugandés, por ejemplo, en la elaboración del Código Penal, sugiriendo el año pasado y por escrito la ilegalización de la homosexualidad y la condena a penas desde 5 años a cadena perpetua para l@s homosexuales.
Evidentemente ni comparación, donde va a parar, con los tercermundistas Estados que tienen aprobado el Matrimonio de parejas homoparentales:Países Bajos (desde 2001),Bélgica (desde 2003), España(desde 2005), Canadá (desde 2005), Sudáfrica (desde 2006),Noruega (desde 2009), Suecia(desde 2009), Portugal (desde 2010), Islandia (desde 2010),Argentina (desde 2010), EEUU(séis Estados: Nueva York, Massachusetts, Nueva Hampshire, Vermont, Connecticut y Iowa, además de en Washington DC), México (México DF), o Uniones Civiles en su defecto: Alemania,Andorra, Australia, Austria, Dinamarca, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría,Israel, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Reino Unido y Suiza entre otros (para una estadística más pormenorizada).Por cierto y en relación con la dichosa coletilla de tildar el acceso al matrimonio de homosexuales bajo el eufemismo de “matrimonio gay”… El matrimonio gay no existe, es un idiotismo sin sentido ni valor. Solo existe un matrimonio, el convencional, el de siempre -en lo Civil, me refiero-, la única diferencia es la modificación del Código Civil para permitir el acceso a este derecho a las parejas homosexuales. No hay cambios, no existen dos tipos de matrimonio allá donde los homosexuales puedan casarse, es otra falacia más.
Yo lo que no entiendo es que si el Sr. Blanco envidia tanto a esos países tan moralmente idílicos (Arabia Saudí, Irán o los susodichos Uganda, Somalia, Congo, etc.) ¿por qué no se establece finalmente allí y nos deja a los “pervertidos” vivir en paz y enlodarnos en nuestra ignorancia y esclavitud extremas?… Ah no, que son integristas, no gilipollas, que aquí de lo que se trata es de hacernos la puñeta a los demás, que no se contentan con arruinar la vida a los ajenos, que ansían condenarnos con la misma desgracia a los propios.
Quizá por eso avisan desde Europa del clima que estamos fomentando ignorando o riéndole las gracias a homófobos ignorantes de su talla… “<>. Son palabras de Thomas Hammarberg, comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, que acaba de presentar un informe sobre la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género en Europa.25 junio 2011 ” (Fuente)
Ya quisieran l@s ciudadan@s de estos países por los que sacáis pecho, amig@s delForo Español de la Familia, vivir en regímenes como el Español; es que hasta es de mal gusto, desagradable, oírles barruntar tan execrables comparaciones…
Sigue el artículo diciendo que “«la situación en España es reversible y costará», siempre y cuando la sociedad civil siga presionando a las próximas mayorías parlamentarias”.
Vaya, ahora resulta que ellos -también- presionan y no solo eso, sino que autoalimentan la posibilidad de derogar los Derechos ya adquiridos y generar un limbo jurídico para una parte de la sociedad, crear y fomentar el agravio comparativo y detraer Derechos Fundamentales a nuestra comunidad. La verdad es que están sembrados. Deben creer que todavía nos regimos por aquello de Roma locuta, causa finita y que una vez pronunciada su Santidad -la suya-, ya no hay nada más que decir al respecto.
Llegados a este punto cambian el tercio y se tiran definitivamente al charco, afirmando… “Lo cierto es que parece ir en aumento el compromiso de los políticos españoles en defensa de cuestiones hasta hace no mucho proscritas, como la defensa de la vida y de las raíces cristianas de Europa”
Hombre, teniendo en cuenta que Europa cuanta con una cultura de cientos de miles de años y el cristianismo en nuestro Continente no lleva estable y extendido si acaso 500 años, además que buena parte de sus rituales y tradiciones son de origenpagano, es cuanto menos de rigor y sentido de la historia recordarles suEclesiastés, 1.2.
Lo malo que esta gente una vez metida en faena, pierden toda mesura y quizá también todo contacto con la realidad y cual discípulos inspirados por el Espíritu Santo (el palomo que embaraza), empiezan a soltar letanías sin sentido ni orden ni me temo que tino, de la siguiente holgura -e ingenuidad-: “«los valores del cristianismo inspiran todas las Constituciones» «no se entienden los derechos civiles sin el cristianismo: el Trata a tu prójimo como quieras que te traten a ti resume toda la labor política que se pueda hacer»”. (Blanca Fernández-Capel, diputada del PP por Granada).
Lo que no aclara Dña. Blanca es si los valores cristianos que ensaca son los del Levítico, acaso los del Deuteronomio o cuales. Afortunadamente y por el contrario, han sido las Constituciones que hasta sin quererlo en ocasiones han tenido a bien librarnos y liberarnos -esperemos que definitivamente- de buena parte de los (contra)valores cristianos.
Efectivamente, Diputada, aplíquese la regla y trate Ud. a su prójimo como quiera que la traten, a ver si es verdad que lo capta y además de decirlo lo practica, que ya sabemos que no hay mejor predicador que fray ejemplo. Así hasta es probable que dejen Uds. de buscarse las mañas para detraer los derechos de los demás en beneficio de su fe (ego) y logramos cerrar un capítulo ya bastante vergonzoso para su trayectoria religiosa como para aún encima venir a “restregárnoslo“. Quizá si aplicásemos el qui bono? que tan hábilmente argüía Cicerón en sus alegatos, desentrañaríamos la obsesión de muchos por cercenar los derechos del resto ¿A quien beneficia que yo pierda mis derechos y me someta, Sra. Fernández-Capel?
No me gustaría concluir sin remarcar enfáticamente que aquí están las evidencias, que no hace falta que sigamos buscando, que nadie mejor que ellos mismos para ponernos tras las pistas y declarar abiertamente qué es lo que tienen rumiado, cual es su programa y sobre todo de qué forma piensan actuar una vez lleguen al poder. Pronto vamos a tener Elecciones Generales en la puerta y ya no vale estar desinformado y luego lamentarse. Ahora, más que nunca, que quien vote sepa a quien y para qué. Como nos recuerda el viejo dicho del reloj… todas hieren, la última mata.
En fin, y ya por eso de terminar con un último abuso de los latinismos diría para finalizar que espero y deseo, quizá hasta intuyo, que por muchas vueltas que le den a la posibilidad de cercenar nuestros Derechos Humanos y Fundamentales, me alegra presagiar que habrán de esperar ad calendas grecas para conseguirlo… con mis mejores deseos, eso sí.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario